Desde Castle Rock
One O'clock Gun
Programación
Lunes | 12:55 pm | 1:05 pm | |
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Martes | 12:55 pm | 1:05 pm | |
Miércoles | 12:55 pm | 1:05 pm | |
Jueves | 12:55 pm | 1:05 pm | |
Viernes | 12:55 pm | 1:05 pm | |
Sábado | 12:55 pm | 1:05 pm |
One O'clock Gun
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El cañón de la una se disparó por primera vez (tras dos intentos fallidos) el 7 de junio de 1861 desde la batería de la media luna del castillo de Edimburgo. Se trataba de un cañón de campaña de 18 libras, del tipo que ahora puede verse alrededor de las almenas del castillo. Se utilizaron otros tipos de cañones hasta 2001, cuando se introdujo el actual cañón de campaña de 105 mm.
La mayoría de aquellos que visitan el Castillo de Edimburgo pagan la entrada sólo por ver esta atracción, los puedes ver apelotonados a todos en los puntos más estratégicos, excepto los domingos, el Viernes Santo y el día de Navidad.
El cañón de la una es una de las pocas señales horarias que se conservan, y que en su día fue un elemento habitual en los puertos del Reino Unido. Su sonido pretendía replicar una señal horaria visual, emitida por una "bola horaria" que caía en la cima de la Columna de Nelson en Carlton Hill, instalada en 1852. El momento preciso de la caída de la bola permitía a los capitanes de los barcos ajustar con precisión sus cronómetros. Esto les permitía calcular la longitud, y así determinar la ruta más corta en el mar, ahorrando tiempo y dinero.
La mayoría de aquellos que visitan el Castillo de Edimburgo pagan la entrada sólo por ver esta atracción, los puedes ver apelotonados a todos en los puntos más estratégicos, excepto los domingos, el Viernes Santo y el día de Navidad.
El cañón de la una es una de las pocas señales horarias que se conservan, y que en su día fue un elemento habitual en los puertos del Reino Unido. Su sonido pretendía replicar una señal horaria visual, emitida por una "bola horaria" que caía en la cima de la Columna de Nelson en Carlton Hill, instalada en 1852. El momento preciso de la caída de la bola permitía a los capitanes de los barcos ajustar con precisión sus cronómetros. Esto les permitía calcular la longitud, y así determinar la ruta más corta en el mar, ahorrando tiempo y dinero.
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